Disfrutemos esto al máximo, el día a día y mañana Dios dirá. Y si es virtud o vicio, quien lo decida no seré yo, que ya he perdido el juicio y olvidado el que dirán. Sin perdón, porque eso es algo que no necesito. Sin razón, sin importarme el bien o el mal. Aunque sé que me equivoco, no será la última vez. Sin perdón, vuelvo a tirarlo todo por la borda. Sin razón, qué le vamos a hacer.
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